
La historia de SuperLópez empieza en 1973, Jan recibe el encargo de Euredit, una pequeña editorial barcelonesa, para realizar un libro de humor gráfico en el que se parodie a Superman. Los límites eran muy estrechos: sólo 48 páginas en formato apaisado, impresas en negro, con un contenido de chistes y de historietas supercortas, que habían de ser obligatoriamente mudas.
Pero el oficio y la maestría de Jan logran superar todas las limitaciones y rápidamente y con seguridad da forma a un pesonajillo entrañable que, escondido irónicamente bajo el muy común nombre de SuperLópez, se convierte en una de las mejores parodias realizadas hasta hoy de los míticos superhéroes del cómic americano.
Cierto que el diseño del pesonaje adolece aún de cierta simplicidad, que la obligación de que todas las historias sean mudas limita el desarrollo argumental, que la rapidez del trabajo, impuesta por la editorial, y su condición de obra ocasional, impiden a Jan recrearse en lo accesorio y le obligan a un cierto esquematismo gráfico.
Pero, a su vez, todo ello hay que valorarlo en positivo, pues la obligada simplicidad del trazo obligó a Jan a trabajar sin florituras, yendo directo al grano, centrando la atención del lector en lod datos más importantes mediante un dibulo claro y conciso. A su vez, la excesiva síntesis argumental impuesta por el chiste y la minihistorieta muda obligaron a Jan a buscar un máximo de expresividad en sus dibujos, de manera que estos sustituyeran absolutamente a los textos, recurriendo para ello a toda clase de fórmulas, como los bocadillos de pensamiento, los signos cinéticos, la acentuación de las expresiones, el juego de sobreentendidos, logrando mantener así un eficaz "diálogo" con los lectores.
De esta manera, aquel primer SuperLópez queda como una obra muy importante en la historia del comic español. Tanto que años más tarde, cuando Jan reciba el encargo de crear un nuevo personaje para la Editorial Bruguera, retomará al primer SuperLópez y, retocando ligeramente algunas de sus carcterísticas, le hará salir de nuevo a correr andanzas y aventuras.
Ante las imposiciones marcadas por la dirección de revistas, sobre argumentos, humor y guiones, queriendo convertir a SuperLópez en un personage tópico, Jan se negó a realizar los guiones.
Debido a ello, la editorial le proporcionó los guiones, escritos apresuradamente sobre anécdotas mínimas y argumentos sosísimos por autores de la casa, que escribian con oficio pero con un interés mínimo por el personaje. Entre aquellos guionistas anónimos se encontraba Conti, qu transformado en simple fabricante de gags, renunciará en estos guiones a la autoría utilizando el seudónimo de Pepe o dejándolos sin firmar.
Solo más tarde SuperLópez podrá remontar el vuelo al disponer Jan de mayor amplitud para desarrollar a su personaje, tanto en el número de páginas, como en en cuanto a la complejidad argumental. Primero con la colaboración del guionista Francisco Pérez Navarro (Efepé) e inmediatamente y hasta el momento actual con argumentos y guiones del propio Jan.
Será entonces cuando, al enriquecerse los guiones, al ensancharse el campo narrativo con incursiones a la fantasia y al absurdo, al adquirir cada vez mayor complejidad gráfica y de realización, SuperLópez se convierte en el personaje que hoy conocemos, con historias absolutamente antológicas como "Los Alienígenas", "Los Cabecicubos" o "La Caja de Pandora".
Transcripción del artículo firmado por Antonio Marín publicado en el nº 13 de SuperLópez "El Génesis de SuperLópez" a excepción de los comentarios al propio álbum. Espero que sea de vuestro agrado.
:hola: :hola: