
Se hace difícil no disfrutar con estas ediciones, sea el cómic que sea. La sensación es parecida a estar en un cine. Por mi parte, solo reprocharía la impresión brillante (dichosos reflejos, con lo sobrio que es el mate para leer y apreciar los trazos…).
De todos modos, he de decir que este género no me acaba de enganchar. No vamos a discutir la calidad de Astérix, que tiene un dibujo que tira de espaldas de lo bueno que es, y con unos buenos guiones. Pero tanta caricatura, con tanto chiste y esos colores tan vivos me saturan un pelín. De todos modos, lo rerereleeré otro día, porque tal vez estoy siendo injusto. Estos días he leído una tríada de obras descomunales. Recibí un facsímil de Tintín, el Valiant del año 46, y Legionario. No discuto que Astérix pueda ser tan bueno como los otros dos, pero la sensación de placer que me provocan es abismal a favor de Tintín y Valiant. Yo creo que esto tiene que ver con el carácter. Soy un tipo más bien gris…me gusta el humor pero en un segundo plano, en un marco de seriedad. Como las gotas de colonía. Este cachondeo constante me empalaga. Incluso cuando no hay chistes, la mera silueta de Obélix es puro cachondeo.



Lo dicho, una edición súblime. Me parece que los buenos aficionados a Astérix tenéis una cita ineludible con esta colección.

Un saludo.