vicrogo wrote:Sí, visto lo visto supongo que lo mejor sería retirarlo, por no comprometer a terceras personas. ¿Qué diría Hergé si viera cómo se está "defendiendo" su legado? Creo que él trató toda su vida de ser una buena persona, y los que ahora tienen los derechos de sus obras se portan más como tiburones a lo Rastapopoulos que como amigos de Tintín. Dicho sea esto sin ánimo de defender la piratería.

Creo que no me equivoco cuando digo que ni yo ni ninguno de los que estamos por aquí conocimos a Hergé en persona (y si no es así que lo diga, por favor!), así que no podemos juzgar a la persona ( está claro que no fue un criminal!), sólo su obra que es universalmente conocida. Los más expertos sabréis de ese lado oscuro de Hergé que se pasa más o menos de puntillas en las diferentes biografias que circulan por ahí: su alcoholismo, las relaciones con su primera mujer, su supuesto colaboracionismo nazi, sus etapas de profunda depresión, sus neuras despóticas en el trabajo... No digo que fuera una mala persona, pero desde luego tampoco pefecto.
Y recordar, y aquí viene la relación con el tema de la protección de su obra, que fue unos de los primeros autores (de cualquier rama artísica en Europa) realmente preocupado por los derechos de autor y que más "farruco" se puso en ese aspecto. Hay numerosos datos objetivos de ello documentados, como cuando renovaba su relación contractual con Casterman, o con la distribución en otros países o que se lo pregunten a Spielberg. No se comportó nunca en ese aspecto como una alma de la caridad. Supongo que defendía lo suyo, pero compartiendo lo justo con aquellos que le ayudaban (y mucho) a convertirse en lo que es ahora.
Sus herederos son los que son porque él así lo quiso, iguales que él, muy celosos de su obra y del beneficio que se saca de ella, que es mucho, y recordemos que tienen todo el derecho a controlarlo.
Podríamos discutir los beneficios que tienen para Moulinsart la difusión extra oficial de la obra de Hergé, toda esa publicidad gratuita... Y estoy de acuerdo con que los de Moulinsart deberían valorar ese aspecto un poco más, pues mientras sea del estilo de las portadas en movimiento donde no hay ganancia económica alguna, no veo razón para perseguir de esta manera al personal fan.
Hoy por hoy, la ley está de su lado y como vemos sus tentáculos son larguísimos y fuertes. Habrá que tener cuidado en no cabrear demasiado al monstruo.