Hoy le ha tocado el turno a la que de lejos es la aventura de Tintín que menos me gusta, es decir, la única que no me gusta... Ya cuando la leí por primera vez con 9 años me gustó muy poco y me pareció muy infantil en su día, más todavía ahora. Infantil en el mal sentido de la palabra, no encontré en este cómic ese infantilismo tan mágico que si posee
Tintín en el país de los soviets, que lo leí con 12 años y me pareció mucho menos infantil que el cómic africano.
Vamos por partes porque este libro es una locura máxima, cada vez que lo leo me quedo un poco
Para empezar considero que supone un bajón enorme en comparación a la aventura anterior, pues el dibujo del primer cómic de Tintín es burdo, basto, pero dinámico, vivo, firme y correcto, en términos generales... En cambio, el dibujo de este segundo cómic es igual de basto pero desalmado, no posee ni la fuerza ni la vida que sí tiene el anterior, está hecho como sin ganas. Me da la impresión de que Hergé se vio forzado a dibujar este cómic ya que no veo entusiasmo alguno ni en el dibujo ni en la historia. En la versión en color, evidentemente, el dibujo no supone ningún problema.
El argumento es muy pobre, tanto como el del cómic anterior. Ambos no son más que una sucesión de gags, pero mientras que el de la URSS avanza con una gran fluidez y rapidez (como si en ningún momento se produjese ningún tipo de elipsis), el del Congo va a salto de mata, avanza torpemente, atropelladamente y da la sensación de ser mucho más estático. Los gags de la aventura soviética son infantiles, pero poseen cierto encanto en la mayoría de los casos y más comedidos, mientras que los de la aventura africana son infantiloides, de mal gusto en su mayoría y mucho más absurdos que los del cómic anterior.
Pasemos a otros asuntos... Las locuras continuas del cómic. Eso de ver a Tintín hablando con un mono y disfrazado de mono, a una serpiente que habla y que se come a sí misma...... Pffffffff, tal vez ese día Hergé tomó una infusión de "hierbas mágicas marroquíes"
Y racista, por supuesto. Claro que es racista, y bastante. Es cierto que es un cómic hecho en 1930, es verdad que esa era la visión general que se tenía en Bélgica de los negros, es cierto que el padre Nobert Wallez era un verdadero racista y un facha de pies a cabeza. No creo que Hergé fuese un racista (desde luego era monárquico, conservador, católico y tradicionalista), tampoco era nazi ni fascista -de esto estoy muy seguro- pero algo influenciado por su jefe en lo que a visión de los congoleños se refiere seguramente tenía que estar. Por favor, es horroso algunos pasajes. Los negros son verdaderos monigotes en este cómic, son caricaturas andantes, esperpénticas y grotescas. Son representados como personas que no saben ni vestir correctamente, sin la más mínima cultura ni de su propio entorno (es que Tintín sabe más de la selva que los propios negros). De hecho, a los negros de este cómic les falta poco para ser puros subnormales. Coco, sin ir más lejos, es el prototipo de Ralph Wiggum, es un auténtico retrasado ingenuo que no es capaz de distinguir a Tintín disfrazado de mono de un mono de verdad...
Pero, en general, es lamentable ver cómo aparecen los negros, y, especialmente, cómo hablan: "Siñor siñor siñor, negrito bueno siñor, negrito bueno" "Siñor Tintín ser muy bueno, ser boula-matari, siñor Tintín ser muy bueno con negrito bueno" "Niño negrito no tener trabajo y siñor Tintín venir y dárselo y ahora niño negrito buino estar recogiendo mierda de elefante" Y esa prepotencia con la que se comporta Tintín, está mucho más gallito que cuando se fue a Rusia!!! Trata a los negros como a niños grandes, como si fuese su padre o su guía. Y en cuanto al maltrato animal mejor no hablo, porque no acabaría.
Para dar cierta cohesión a la aventura, Hergé introduce hábilmente (no todo iban a ser defectos) la figura del antagonista. Un hombre más harapiento que Charles Chaplin al final de
Luces de la ciudad, el cual intentará matar a Tintín en varias ocasiones hasta la magnífica lucha final entre ambos. Creo que lo único rescatable del cómic es el comienzo en el barco y la parte en la que el misionero rescata a Tintín de morir en la cascada, junto a la lucha final y el ataque de las tropas coloniales belgas al cuartel de los villanos. El resto de la aventura me parece un petardo. Muy inferior al viaje a la Madre Rusia, francamente, hubiese preferido que Hergé redibujara
Tintín en el país de los soviets antes que este cúmulo de garabatos. Por cierto, la viñeta final donde todos los negros están llorando histéricos porque Tintín se ha ido es vergonzosa, llanamente. En la versión en B&W es todavía peor con comentarios del tipo: "Tintín irse, estar muy triste". Y las clases de geografía, mostrando a Bélgica como su patria

¿Por qué no clase de historia? Y de paso dan una lección del exterminio que sufrió la población del Congo en la época de Leopoldo II, más de 10 millones de muertos, a causa de la esclavitud a la que eran sometidos, de los trabajos sin descanso alguno, de las amputaciones. Eran tratados como mercancía pura. Las víctimas de la colonización belga del Congo superan a los judíos muertos en el Holocausto nazi. Para el rey de Bélgica el Congo no era más que su plantación particular donde él pensaba que tenía el derecho lícito a comportarse como si fuese dios

No me extraña que en este cómic el Congo aparezca dibujado como una especie de coto real de caza porque tiene más pinta de parque natural que de naturaleza virgen...