Faltaría más, me tengo por una persona cabal. Si me equivoco y hay que rectificar, pues lo hago. De mil amores. Como el caballero que soy, sin teatralismos de cambio de avatar por la portada de un libro de Altaya ni nada de eso, algo elegante como yo.
De hecho, a tal efecto, aquí os paso una transcripción telefónica de hace un rato :
- Altaya, buenos días ¿En qué puedo ayudarle?
- Buenos días. Mire, quería hacerles una pregunta. Como hay grandes empresas que dedican parte de sus beneficios a la cultura y fines sociales, me preguntaba si tendrían Vds. algún programa de ayuda para clientes con secuelas respecto a sus magníficos productos
- ¡¿Cómo?! … Disculpe pero no le entiendo
- Si verá Vd. , resulta que tengo un amigo, cliente de Vds. al que se le ha ido la mano (o la nariz en este caso) olisqueando las figurillas esas de Tintín que están lanzando ahora con tanto éxito. (Aprovecho para felicitarles por ello. Por el éxito claro, no por lo de mi amigo). Digamos que el pobre desvaría un poco y me preguntaba, como digo, si tienen Vds. como empresa, algo previsto al respecto.
- Pues la verdad es qué no sé qué decirle, señor. No, no creo que podamos hacer nada por Vd.
- Bueno, no se preocupe, imagino que recobrará el sentido con el tiempo. El caso es que afortunadamente aún conserva ciertos momentos de lucidez y me ha hecho ver que los libros que acompañan dicha colección, son la quintaesencia del saber tintinófilo, y que estaría loco si dejo pasar la ocasión de rellenar algún metro que otro de estantería con, entre otras cosas, esas apasionantes descripciones que ofrecen de cómo se han fabricado y/o concebido las figuras. ¿Estoy a tiempo de suscribirme a la colección?
- Pues supongo que si, espere que le paso con el departamento comercial…
Aquí me han puesto una musiquilla muy agradable, (
Highway to hell, para más señas) pero se ha cortado. La decepción de tener un AC/DC interruptus, se ha compensado en parte, ya que he podido escuchar algo de su conversación interna:
- ¿Manuel? Oye tío, pásame esta llamada a María de comercial, se va a cagar… jajajaja tengo a un tarado que quiere suscribirse al Tintín, jajaja lo va a flipar porque está de la olla, jajaja
- Jodo tío, que mamón… jajaja
- ¡Que se fastidie! (- ha dicho joda, en realidad, pero me da un poco de apuro- ), por lo que me hizo en la fiesta de navidad, jajajaja
Bueno, esto no ofrece gran interés, pero si he de rectificar, lo hago con toda la verosimilitud posible. Tal cual son los hechos, como hace el amigo Scardanelli. Sigamos:
- Buenos días, le atiende María, ¿En qué puedo ayudarle?
- Mire, como he explicado a su compañero, me gustaría suscribirme a la colección de los libros de Tintín, me han dicho que es una obra de primer orden.
- ¿Libros?, ¿No se referirá Vd. A las figuras de resina?
- Bueno si, los adornillos esos son muy graciosos, ya veré que hacer con ellos después, porque mi mujer me dice que si me creo Gulliver Tintín y si me voy a montar un Liliput tintinesco en pleno salón de casa, y que me lo haga mirar, y en fin… no quiero aburrirle con mis cuitas domésticas. Sí, me refiero por supuesto a esa colección. Pero verá, yo es que tengo una sensibilidad intelectual enorme (disculpe la ordinariez, pero así es) y me interesa la colección, pero por los magníficos libros.
- Ah
- ¿Toma Vd. Nota de mis datos?
- Bueno, verá es que últimamente… no quisiera ofenderle, pero, verá… es un poco embarazoso para mi…
- Hable, mujer, que me está asustando
- Verá, es que no podemos aceptar suscripciones de personas, digamos que con las facultades mentales inestables.
- Lo entiendo, María. No se preocupe. Las demandas de familiares y eso… ¿verdad?
- Así es, lo lamento mucho, créame.
- Bueno, no se preocupe, lo entiendo. Ya compraré los libros por mi cuenta en la facultad de Sociología, Bellas Artes, o donde pueda encontrarlos.
- Esto… bien… me alegro de que lo comprenda.
- Tranquila, María ha sido Vd. muy amable. ¡Feliz navidad!
- Pip, pip, pip …
Y eso es todo. He intentado rectificar con una suscripción por los libros, pero no he podido. Espero sirva de todos modos.
Abrazos
