Post
by Frakamor » 25 Apr 2012, 15:21
Desconocido y único entre los cómics de Tintín. "La estrella misteriosa" me atrevería a decir que es uno de los cómics menos conocidos de la serie, parece que está como olvidado. Es la impresión que me da. Es único entre los cómics de Tintín (obviando Tintín en el país de los soviets y El arte alfa), el primer cómic que Hergé hizo en color, el primer cómic donde los Dupondt no intervienen desde su aparición en Los cigarros del faraón (solo aparecen en una viñeta).
A mí es uno de los que más me gusta, de siempre. Es uno de los álbumes más pesimistas de la colección en su comienzo. La verdad es que es un cómic extraño, extraño es su comienzo.
La aventura empieza de un modo atípico y yo creo que Hergé retrató la guerra, la impronunciable guerra. Ese ambiente de miedo, de impotencia, de horror. Esos neumáticos que estallan... ¿no hacen un ruido similar al de los disparos de un fusil?, ese calor agobiante... ¿no es acaso el calor de la guerra? La guerra está presente en el cómic, pero no se menciona. La guerra se huele, se huele en la hecatombe que todos van predicando, se palpa en el ambiente de horror. Y por primera vez, Tintín está completamente indefenso, posiblemente sea el álbum en el que más indefenso esté, más incluso que bajo las garras de Edadine Akass. Me río yo de Akass. Akass es un novato, un principiante, al igual que lo son todos los enemigos de Tintín en comparación de la insuperable fuerza del Universo. Tintín sufre y se rinde hasta el punto de reconocer que no tiene ninguna escapatoria, el simple hecho de esperar la catástrofe final sentado en su sofá es la señal evidente de su incapacidad para hacer frente al meteorito.
Y viene punto de inflexión en el cómic. No ha habido fin del mundo, simplemente un ligero temblor de tierra. Renace la vida, renace la esperanza y la alegría. La pesadilla ha pasado. Ahora tiene lugar la aventura de verdad, la aventura con mayúsculas.
Y sin embargo, hay algo que se mantiene invisible pero que se nota: esa atmósfera extraña, ese surrealismo que envuelve al cómic de principio a fin...
Como muy bien han dicho los usuarios de este foro, estamos ante el más onírico de los cómics de Tintín. En otros cómics aparecen visiones oníricas, pero son perfectamente perceptibles a simple vista, se notan (como en "Tintín en el Tíbet" o "Los cigarros del faraón"...), pero en este cómic se confude la realidad y los sueños. No sabemos si Tintín está en vigilia o durmiendo.... o alucinando como todo apunta tras conocer los efectos de esa hermosa seta.
Artísticamente hablando es uno de los mayores logros de Hergé y no estoy hablando del dibujo (del dibujo hablaré después), presenta un esquema circular, la pesadilla que supone para Tintín todo el comienzo del álbum vuelve a estar presente en el meteorito-isla. Las campanadas vuelven, al igual que las arañas gigantes, las explosiones o el fin del mundo, es decir, el fin del meteorito-isla. Pero realmente creo que es una pesadilla, Tintín se duerme y sueña... o alucina. La clave está cuando se inquieta y se pregunta a sí mismo si crecerá de la misma manera. Pues no creció de la misma manera, yo creo que fue todo una alucinación, no me lo puedo explicar de otra forma.
Y en cuanto al dibujo... pues es verdad que está poco detallado en comparación a otros, pero es más puro. Sin contar "En el país de los soviets" ni "El arte alfa", es el cómic de la serie que tiene el más depurado de los dibujos, y eso me gusta. Un dibujo excesivamente detallado no sería bueno en un cómic tan metafísico como este, todo lo contrario, lo que este cómic necesita es escasez de detalles en el dibujo, pureza. Si Hergé fuese Ingmar Bergman, desde el punto de vista estético "La estrella misteriosa" sería "Persona". Pero la sencillez del trazo y la ausencia de numerosos detalles importa poco poseyendo esas composiciones tan bellas (los científicos mareados en el almuerzo a causa del oleaje) o esas viñetas de tanto dinamismo (Haddock ante la tormenta).
Pongo este álbum entre mis cinco primeros junto a "El loto azul", "El asunto Tornasol", "En el país del oro negro" y "El cangrejo de las pinzas de oro".
Un poco más al Oeste