Me apetece escribir la impresión que me causa cada personaje de Tintín. He querido empezar por el que es, indiscutiblemente, mi favorito: el capitán Archibaldo Haddock.
¿Sería arriesgado decir que es el personaje más humano que jamás se haya creado para un cómic? Puede que lo sea, al menos dentro de los cómics conocidos... Desde luego es el más humano, no creo que exista nada parecido. Incluso en muchas revistas sobre cómic y artículos que he leído se afirma que es el mejor personaje de cómic jamás creado (si doy con esas citas coloco los enlaces aquí).
El capitán Haddock es de una complejidad enorme, como lo es una persona. Es un hombre con virtudes y defectos, con debilidades y puntos fuertes... Un hombre con un pasado noble que lo ha perdido. Un hombre que tuvo que ser un excelente marino y mejor persona antes de que el alcohol y unas malas compañías lo redujeran al esperpento, al más patético capitán de barco cuya única afición es autodestruirse en la bebida............. hasta que llegó Tintín.
Tintín, esa especie de ideograma de héroe, de símbolo, de esbozo, es él quien salva al capitán de la catástrofe. A partir de ahí el capitán recuperaría su dignidad y se convertiría en un pilar básico de la serie. ¡Cuánto le debe la serie al capitán! Da unas posibilidades de crear nuevas ideas que asombren al lector, da posibilidad a gags cómicos, y, lo que más valioso lo hace, aporta el toque humano a la serie. Me identifico más con él que con ningún otro personaje (a veces con Tornasol), y seguro que no soy el único. El carisma que, a mi juicio, no tiene Tintín, lo aporta Haddock. El personaje que más evoluciona de la serie, el más expresivo, el que demuestra sentimientos más profundos y complejos.
Una corteza ruda, dura, abrupta, explosiva y severa, bajo ella el más pacífico e inofensivo hombre, el más bondadoso. También posee una inteligencia muy viva, a pesar de que sus prontos le hacen perder la sangre fría y la compostura. Un hombre resuelto, dispuesto a todo por defender una causa justa, un hombre de una generosidad mayúscula. Nunca va a abandonar ni a Tintín ni a ningún otro amigo. Cuando en
Tintín y los Pícaros resuelve ir a San Theodoros para salvar a sus compañeros, lo arriesga todo y muestra una determinación y una abnegación que Tintín pierde, el joven reportero prefiere salvar su pellejo en el castillo en lugar de hacer como Haddock y acudir en ayuda de sus amigos, afortunadamente cambiaría su comportamiento.
Y Haddock también es un hombre culto, de hecho, de los protagonistas, es el que más interés muestra por el arte, tanto en pintura como en escultura o arquitectura. Y, sin embargo, nunca muestra acritud cuando tiene que corregir a alguien, aunque sí cierta ironía, desenfado. También sus debilidades acaban generando multitud de quebraderos de cabeza que el propio capitán intentará compensar con una buena acción. Esto le hace ser un personaje muy impredecible y siempre puede generar sorpresas buenas o malas, como todo ser humano. Su inmensa complejidad me ha hecho reír y conmover, me ha hecho llorar de alegría y de pena, me ha hecho incluso plantearme mi comportamiento en más de una ocasión. Todavía estoy esperando a que llegue un personaje de cómic capaz de conseguir en mí lo que Haddock ha hecho, dudo que exista otro como él.
