
Gracias a la generosidad de Moulinsart y ¡Mil Rayos! Pude acudir al evento, y así disfrutar de un fin de semana tintinero con visita al museo Hergé incluida.
Tras perdernos por los bosques valones llegamos, casi sin aliento, al castillo de La Hulpe. Debido a esa pérdida de tiempo no pudimos hacernos con los correspondientes programas, en los que se explicaba el conjunto de la adaptación realizada.
En el castillo ya se habían efectuado otros espectáculos anteriormente, por lo que aunque no es el mejor sitio para escuchar música, el marco si resulta espectacular, y ya estaba preparado un aparcamiento para el público en general –a verios kms. del escenario- otro para los Vips –más cerca según orden de llegada- y una tribuna frente a la fachada del castillo.

Había solicitado poder hacer alguna fotografía pero me advirtieron que estaba prohibido, por lo que acudí a la representación sin cámara de fotos. Craso error, allí hacía fotos todo el mundo, incluso con flash. Por ello solo puedo adjuntar alguna imagen sacada de la web.
El espectáculo seguía el guión de Hergé y así como en la primera viñeta del libro aparece una urraca, el espectáculo comenzó con la obertura de “La gazza ladra” –que como todo el mundo ya sabe será la clave para resolver el misterio de la esmeralda desparecida-.
LA adaptación del libro a mí me agradó. La primera aparición de la Castafiore se produce escuchando, muy adecuadamente, la cabalgata de las valkirias, la llegada al castillo de los gitanos con música de “Carmen”, Néstor se quejaba tras su caída a ritmo de “Guillermo Tell”, etc.
El peso de la representación corresponde atinadamente una muy acertada Castafiore –cuyo toque humorístico resultaba muy conseguido- y al Capitán –con cuyos insultos disfrutó el público-, Tintín queda en un segundo plano, pero todos los personajes tienen su momento incluso Irma, Latón y un ególatra de la Batallerie.

Me gustó mucho como se representó el sueño del Capitán rodeado de loros y que acaba en brazos de la Castafiore…


Como había espacio suficiente la Castafiore llega en su correspondiente Peugeot, el médico en el Ami-6 y los Dupondt en su 2CV, frenazo includo.

En definitiva dos horas y media de buena música.

Un pega, como diría Obélix estos belgas están locos…. Allí nadie llevaba smoking o traje y corbata… se cubrían con mantas!! Cuando acabó la representación el termómetro del coche marcaba 7º y con la humedad del bosque…
Por último decir que busqué por los quiscos el fascículo de Le Point dedicado a los animales pero no lo encontré, así que tuve que conformarme con el nuevo libro de los trenes y un libro que no pensaba comprar Le demon inconnu d'Hergé, pues al pasar por una librería estaba en el escaparate por 4,50 €, y a ese precio....