
Permitan que me ría, ¡JA! iJA! iJA! Si Tintín es fascista, yo soy Obispo de Cuenca. Esas acusaciones se han hecho de forma malintencionada, tomando como base que Hergé fue acusado de colaboracionista con los nazis durante la ocupación alemana en la II Guerra Mundial. Es cierto que Hergé no sufrió censura y que Tintín se siguió publicando con normalidad durante la guerra, y también es cierto que la editorial católica donde se inició Hergé, tonteó descaradamente con el Rexismo -movimiento filofascista belga-. Pero, vamos a ver, ¿qué tenía que haber hecho Hergé? ¿conseguir que le despidieran? ¿dejar de trabajar y pasar hambre? ¡Vamos, anda! A los que acusan de fascista a Hergé se les olvida que no era más que un señor que pintaba monigotes. Y lo peor de todo, se les olvida la ideología que subyace en Tintín. Tintín es la exaltación del individuo frente a un sistema social, frente a cualquier acción despótica, frente a cualquier "organización", frente a toda conspiración, frente a los uniformes y los símbolos políticos. ¿Qué es si no Borduria? Ese país balcánico imaginario no es otra cosa que la representación caricaturizada y demoledora de la Alemania nazi. ¿Es que nadie se ha dado cuenta de que ese estúpido general Musstler no es otra cosa que un híbrido de Mussolini y Hitler? ¿Es que nadie se ha fijado en ese grito contra el imperialismo que es "El Loto Azul"? ¿Acaso soy yo el único que se ha dado cuenta de que en Tintín siempre triunfa el hombre solo e imaginativo frente al ejército reglado y burocratizado? ¿A nadie le recuerdan los uniformes del General Tapioca a la parafernalia nazibananera del General Pinochet? ¿Sólo yo veo un mensaje de respeto a culturas no occidentales como los lamas, los indios americanos, los indígenas de Sudamérica o muchos más que no dejan de salir, siempre bien librados, en las historias de Tintín? Cuando dices esto, siempre hay alguien que va de progre trasnochado que te dice: ¿Y cuando Hergé ponía a parir a los comunistas en Tintín en el "País de los Soviets"? Vale, muy bien. Es cierto. Efectivamente "Los Soviets" es un claro libelo anticomunista (y también el peor de los Tintines), pero seamos un poco observadores. No se ataca la ideología. Lo que se pone en solfa es el carácter masivo, reglado, socializante del comunismo. Se ensaña Hergé con ese dominio de grupo conjurado en la sombra, con esas policías secretas, con esa organización atroz y surrealista que sumergió a la URSS en la miseria durante cincuenta años. Tintín acomete contra la negación del individuo de la Rusia soviética y ahora, con el paso del tiempo, hemos visto los frutos de un orden social semejante. ¿O es que sólo Orwell puede meterse con el comunismo sin que le llamen "facho"?