Su autor fue Joseph Douillet, un anticomunista ex cónsul de Bélgica en Rostov-sur-el-Don. Douillet estuvo 35 años en Rusia, desde 1891 hasta la revolución de 1917 en la Rusia zarista, y los nueve años siguientes en la URSS.
El libro trata temas como: educación, salud, religión, terror… en la URSS.

En España fue publicado por la editorial “Razón y Fe” en 1930, con el título “¡...Así es Moscú!: Nueve años en el país de los Soviets” .
Recientemente me he hecho con un ejemplar de la segunda edición de ¡...Así es Moscú! (que no es una maravilla literaria precisamente), lo que me ha permitido comparar personalmente el álbum de Hergé con el libro de Douillet. Como curiosidad diré que en el lomo aparece su precio: 3 pesetas.
Voy a tratar de exponer las similitudes que he encontrado, para ello reproduciré el texto del libro seguido de su traducción en viñetas.
Refiriéndose a la visita de un grupo de comunistas ingleses de para ver el desarrollo de la URSS, Douillet escribe: “los campesinos del vecino pueblo (…) recibieron automáticamente la orden de movilizarse con sus caballos, con sus carros, para transportar, sin pérdida de tiempo, toda la paja de sus almiares a una fábrica hacía mucho inactiva. Allí se alimentaron a unos hornos fríos con el efímero combustible, y cuando, prendido éste y en llamas, coronaron las inútiles chimeneas largas nubes de humo espeso y negruzco, para producir la ilusión de una potente industria soviética en pleno rendimiento, silbó la locomotora, arrancó el convoy, y los delegados ingleses continuaron, al cabo, su viaje.”


En relación a las elecciones cuenta: “En la plaza de la iglesia hervía la multitud. Alzábase en el centro una tribuna ad hoc, ocupada por cinco comunistas, representantes de la autoridad local. El comunista camarada Oubiykone (presidente saliente del comité ejecutivo) pronunció un discurso. En él, después de exponer los beneficios que, a su parecer, debía la aldea al comunismo, y evocar la risueña perspectiva de las maravillas por venir, declaró abierta la votación. He aquí algunos de sus apóstrofes.
El camarada Oubiykone.- Se ofrecen tres candidaturas. Una de ellas es la del partido comunista. ¡Los que se opongan a ella, que levanten las manos!...
Al mismo tiempo el orador y sus colegas empuñaron sendos revólveres y encañonaron a la muchedumbre… Oubiykone continuó:
- ¿Quién vota en contra de la candidatura comunista?
¿Nadie?... Declaro, pues, que la candidatura comunista triunfa por unanimidad. Es inútil, por consiguiente, votar las dos restantes.
Quienquiera que se atreviese a levantar las manos en pro de estas candidaturas o en contra de la comunista era arrestado en el acto, y aun pasado por las armas”

Refiriéndose a los niños que viven en la calle, Bouillet escribe: “Van harapientos, verdaderos despojos humanos, y, muy frecuentemente, en cueros. Viven de la mendicidad y se dedican al robo y a la prostitución.”

En relación al impuesto agrario, Bouillet relata: “Aparte el trigo, los bolcheviques arrebatan al campesino cuanto se les antojaba, mientras el desventurado se dejaba robar.”

Hasta pronto