
En 1939 se doctora en zoología por la Universidad Libre de Bruselas, su disertación se basó en los dientes del oso hormiguero.
En 1942, durante la ocupación nazi, escribe la columna "Crónica del humanismo científico" en el diario Le Soir, donde conoce a Hergé. El autor de Tintín se traía entre manos La estrella misteriosa y le pidió documentación sobre la desintegración de la materia para emplearla en su álbum iniciándose de esta forma la colaboración de Heuvelmans con Hergé.
En 1944 publica su libro L’homme parmi les étoiles/El hombre entre las estrellas que luego emplearía Hergé, entre otras fuentes, para documentarse en la elaboración de su díptico lunar.
En 1947 ayuda a Hergé a terminar el guión de El templo del sol ya que éste mentalmente estancado no era capaz de hacerlo por sí solo y Edgard P. Jacobs había dado por concluida su participación en Las aventuras de Tintín.
La colaboración entre ambos continúa de tal forma que entre Bib y Jacques Van Melkebeke elaboran un guión para los álbumes lunares, en el cual la acción se desarrolla en EE.UU. en lugar de en Sildavia. Se recupera a Hipólito Calys, el astrónomo de La estrella misteriosa, que hace el papel de traidor ya que vendía secretos del cohete para poder comprarle un diamante enorme a Rita Hayworth. (¡Qué cosas!).
De este proyecto se elaboró una única plancha que nos muestra Benoît Peeters en su Tintín y el mundo de Hergé, pero al final Hergé descartó la idea aunque se quedó con unos cuantos gags como el juego con la ingravidez, el whisky convertido en bola, Haddock en órbita alrededor de Adonis… La presencia de agua en la luna también se debe a Heuvelmans así como el título original del segundo álbum “On a marché sur la Lune”.


En 1948 Heuvelmans empieza a implicarse en el desarrollo de la criptozoología –término éste acuñado por él mismo-, se trata de una disciplina, para unos científica y para otros pseudocientífica o paracientífica, cuyo objetivo es la búsqueda de supuestos animales considerados extintos y/o desconocidos para la ciencia, pero presentes en la mitología y el folclore como por ejemplo el monstruo del lago Ness, los sirenos, el chupacabras o el yeti entre otros muchos.
En 1955, publica el libro Sur la piste des bêtes ignorées/Sobre la Pista de las bestias ignoradas obra en la que dedica un capítulo entero al Yeti y que llegó a convertirse en un best-seller mundial.


Este libro sería empleado luego por Hergé para documentarse, y es gracias a Heuvelmans que en Tintín en el Tíbet no se presenta al yeti como un monstruo abominable, ni como un devorador de carne humana, ni como un secuestrador sino apacible y esquivo. De esta forma se cierra la participación de Bib en las aventuras de Tintín.

Heuvelmans escribió muchos otros libros y artículos.






Sus trabajos se vendieron bien entre el público, pero se encontraron con el escepticismo cuando no con el rechazo de los científicos. Un caso muy comentado es el del popular hombre de Minnesota, un ser simiesco que se exhibió en las ferias norteamericanas preservado en un bloque de hielo. En 1969, Heuvelmans y el zoólogo escocés Ivan Sanderson confirmaron su autenticidad como una nueva especie de homínido y le dieron por nombre Homo pongoides. Sin embargo tal autenticidad nunca fue aceptada por la ciencia “oficial” llegándose incluso a asegurar que se trataba de un simple muñeco de látex.

Divulgador infatigable Heuvelmans viajó por todo el mundo, siempre en busca de animales fabulosos. También participó en numerosas emisiones de radio y de televisión, continuó publicando y escribiendo gran cantidad de artículos para la prensa, especialmente en la revista Tintin y en la revista Planète de Jacques Bergier. En 1975, Bernard Heuvelmans funda el primer centro mundial de criptozoología en Francia, donde reúne su amplia biblioteca. En 1982 se convirtió en el primer presidente de la Sociedad Internacional de Criptozoología.
Murió en 2001 a los 85 años de edad.
Su biografía escrita por Jean-Jacques Barloy: Bernard Heuvelmans. Un rebelle de la science la publicó la editorial francesa L’Œil du Sphinx.

Hasta pronto